Una reciente denuncia ciudadana ha puesto en el centro de la controversia a la gerente de la ESE Hospital Tulia Durán de Borrero, Érika Castro. Según las quejas, el centro asistencial presenta graves deficiencias en higiene, especialmente en el área de odontología, donde los equipos de trabajo estarían en condiciones precarias y poco aptas para la atención médica.
Higiene y politización
Las críticas también se centran en la falta de aseo en las instalaciones, incluyendo los baños de urgencias y la proliferación de aguas estancadas en el hospital. Adicionalmente, se ha cuestionado la idoneidad de Castro para el cargo, señalando que su designación podría responder a intereses políticos y no a su capacidad gerencial.
Exigencia de intervención
Ante la gravedad de las denuncias, ciudadanos han solicitado la intervención del Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud. La petición incluye la realización de una inspección para evaluar la situación y, si es necesario, la aplicación de sanciones para garantizar un servicio digno y de calidad.
Respuesta de la gerencia
Hasta el momento, la gerente no ha emitido una declaración oficial sobre las denuncias. Sin embargo, la comunidad espera respuestas concretas y soluciones inmediatas para mejorar la atención en el hospital. Los pacientes y sus familiares han manifestado su preocupación por el impacto que estas deficiencias pueden tener en su salud y bienestar. También han solicitado que se establezca un plan de acción claro para corregir las falencias y mejorar las condiciones sanitarias. La falta de respuesta por parte de la administración ha generado inquietud y malestar en la población, que exige cambios reales y compromisos verificables para garantizar un mejor servicio de salud.




