Internos del Hospital de La Samaritana están alzando la voz ante lo que describen como condiciones inaceptables que afectan su salud y bienestar. Según los testimonios, los pacientes, en su mayoría en estado de convalecencia, están sometidos a ruidos insoportables y constantes interrupciones que les impiden descansar y recuperarse adecuadamente.
Los afectados señalan que cada hora se escuchan ruidos estruendosos provenientes de unos compresores, además de la constante entrada y salida de camiones que alteran la tranquilidad en las habitaciones. «Es imposible dormir o tener un momento de paz. Nos sentimos desprotegidos», comentó uno de los pacientes.
A la preocupante situación de ruido, suma la falta de espacio y privacidad, ya que muchos internos resultan hacinados en carpas improvisadas sobre una cancha de microfútbol. Estas carpas, con poco espacio y sin las condiciones adecuadas, agravan la situación, limitando el acceso a un equipo médico suficiente y adecuado.
Los pacientes hacen un llamado urgente a las directivas del hospital para que tomen cartas en el asunto y mejoren las condiciones de quienes están luchando por su salud en este centro asistencial.




