Habitantes del municipio de Nobsa, encabezados por Edilberto Rojas, han lanzado un urgente llamado de alerta a la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) para que detenga la tala indiscriminada de árboles que está ocurriendo en los cerros del sector de Puntalarga. Según Rojas, la utilización de maquinaria pesada para cortar los árboles en esta área pone en grave riesgo los nacimientos de agua de la región, un recurso vital para la comunidad local.
La denuncia, realizada el pasado domingo, destaca que la actividad forestal no regulada podría tener consecuencias devastadoras no solo para el ecosistema, sino también para los habitantes de Nobsa que dependen de estos recursos naturales. Rojas y otros residentes temen que si la tala continúa, el flujo de agua en los nacimientos ubicados en la zona se verá severamente afectado, lo que podría llevar a una escasez crítica de agua y alterar el equilibrio ecológico de la región.
«Es una situación alarmante,» expresó Rojas en una entrevista. «Estamos viendo cómo las máquinas avanzan sin control, derribando árboles que no solo tienen un valor ecológico incalculable, sino que también son fundamentales para la conservación de nuestros recursos hídricos.»
La preocupación se centra en los cerros de Puntalarga, una zona que, según los residentes, ha sido históricamente una fuente importante de agua para el municipio. Los nacimientos de agua en esta área abastecen tanto a las fuentes de agua potable como a los ecosistemas circundantes que dependen de este recurso. La alteración o eliminación de estos árboles podría resultar en una pérdida irreversible de estos nacimientos y en una alteración significativa del equilibrio natural.
Los habitantes han solicitado a Corpoboyacá que tome medidas inmediatas para detener la tala y realizar una evaluación ambiental exhaustiva del impacto potencial de esta actividad. Aseguran que las acciones rápidas son cruciales para evitar una tragedia ambiental que podría tener repercusiones de largo alcance para la comunidad y el medio ambiente local.
«Estamos en una situación crítica,» indicó Rojas. «El daño que se está causando ahora puede tener efectos negativos durante décadas. Esperamos que las autoridades actúen con prontitud para preservar nuestros recursos naturales y proteger la vida en la región.»
Corpoboyacá, por su parte, ha respondido a las preocupaciones de los ciudadanos y ha prometido investigar la situación. La entidad ha asegurado que realizará una inspección en el área afectada para determinar la magnitud de la tala y tomar las medidas correspondientes para mitigar cualquier impacto ambiental negativo.




