Denuncian robo de contadores.

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La tranquilidad de las noches en el barrio Santa Ana, en la localidad de San Cristóbal, se ha visto empañada por una preocupante serie de robos. En apenas una semana, un delincuente captado varias veces por cámaras de seguridad ha logrado hurtar al menos siete contadores de agua, sembrando el miedo entre los residentes.

El ladrón parece tener su rutina perfectamente calculada: elige actuar entre las 2 y las 4 de la madrugada, cuando la mayoría de vecinos duerme y las calles permanecen desiertas. En cuestión de minutos, logra forzar las estructuras de protección de los contadores, llevando estos costosos dispositivos sin mayores obstáculos.

Impactan el bolsillo de las familias

Cada contador robado representa un golpe de aproximadamente 500.000 pesos para las familias afectadas. La indignación crece porque las empresas de servicios públicos no asumen responsabilidad alguna, dejando a los usuarios la tarea de reemplazar los dispositivos robados. Esta situación, sumada a la ineficiencia en las soluciones de seguridad, ha dejado a la comunidad en estado de alerta permanente.

Los afectados denuncian que, pese a los reportes, la respuesta de las autoridades ha sido lenta y limitada, mientras los robos siguen ocurriendo una y otra vez.

Se defienden con concreto

Ante la ola de hurtos, la creatividad y la necesidad llevaron a los residentes a tomar medidas drásticas. Muchos han optado por proteger sus contadores encerrándose en estructuras de concreto, dejando únicamente una pequeña ventana para la lectura del consumo. Aunque esta solución ha generado críticas por parte de la Empresa de Acueducto que asegura que dificulta la labor de inspección técnica, los vecinos defienden su decisión como una respuesta necesaria ante la falta de protección.

Para quienes viven en Santa Ana, lo importante ahora es evitar nuevas pérdidas. Mientras tanto, las noches siguen siendo momentos de tensión, y la comunidad mantiene la esperanza de que las autoridades logren frenar esta racha de inseguridad que les arrebata la tranquilidad.


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