Una nueva escombrera ilegal fue denunciada esta semana en el oriente de Cali, específicamente en una zona limítrofe entre los barrios Marroquín y Charco Azul, donde un terreno que antes era despejado y de paso peatonal se encuentra ahora invadido por desechos sólidos.
La alerta fue dada por el activista urbano conocido como “El Reportero Escobita”, quien ha dedicado su trabajo a visibilizar problemáticas ambientales y urbanas en distintos sectores de la ciudad.
A través de imágenes y videos difundidos en redes sociales, el activista mostró la magnitud del punto crítico: colchones, bolsas con basura, muebles deteriorados, restos de construcción y otros tipos de residuos cubren gran parte del terreno.
“Este punto no es un sitio autorizado para disposición de residuos. Está completamente fuera de norma y es responsabilidad de todos evitar que se sigan formando estos focos de contaminación”, afirmó Escobita en una de sus publicaciones.
El activista hizo un llamado directo a la comunidad a no dejarse engañar por personas que ofrecen servicios de recolección informal de escombros y cobran pequeñas sumas para botarlos en estos espacios prohibidos.
“Muchos piensan que se están ahorrando dinero pagando $5.000 o $10.000 por deshacerse de sus desechos, pero lo que están haciendo en realidad es contaminar su propio barrio y contribuir a un problema de salud pública”, señaló.
Los habitantes del sector también expresaron su molestia por la situación, ya que los residuos generan malos olores, atraen roedores y afectan la movilidad peatonal por la acumulación descontrolada de basura.
“Esto no solo es un tema de estética urbana, sino de salud. Aquí hay niños, personas mayores, y ahora tenemos que convivir con ratas y mosquitos por culpa de quienes botan basura sin control”, dijo una vecina de Charco Azul.
La Alcaldía de Cali, a través de su Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaespm), ha advertido en otras ocasiones sobre las consecuencias legales de arrojar residuos en sitios no autorizados. Sin embargo, hasta el momento, no hay pronunciamiento oficial frente a este nuevo caso.
Actualmente, existen sitios legalmente habilitados para el manejo de escombros en la ciudad, pero muchos ciudadanos prefieren evadirlos por razones económicas, sin considerar el impacto ambiental y social que generan los vertimientos ilegales.
Desde colectivos ambientalistas y organizaciones barriales se está promoviendo la denuncia ciudadana como herramienta clave para presionar a las autoridades y frenar el avance de estas escombreras que cada vez son más comunes en el oriente de Cali.
El Reportero Escobita concluyó su mensaje invitando a la administración distrital a actuar con celeridad, sancionar a los infractores y realizar jornadas de limpieza en los sectores más afectados, antes de que estos focos de contaminación se consoliden como basureros permanentes.




