Denuncian destrucción masiva de frailejones para cultivo de papa.

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En el municipio de Saboyá, ubicado en el occidente de Boyacá, las autoridades ambientales denunciaron un grave ecocidio en los páramos de Telecón y Merchán. De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), se reportó la destrucción de 247 frailejones, especies esenciales para la regulación del agua y la protección de los ecosistemas de alta montaña. Las investigaciones iniciales apuntan a que el motivo de esta acción sería abrir terrenos para el cultivo de papa, una actividad que, aunque tradicional en la región, pone en riesgo la sostenibilidad ambiental.

El director de la CAR, Alfredo Ignición Ballesteros, fue enfático al condenar los hechos y anunció que se iniciarán las investigaciones pertinentes para identificar a los responsables. Según Ballesteros, el ecocidio será denunciado ante la Fiscalía General de la Nación para garantizar que se tomen las acciones legales correspondientes. “Aquel ciudadano que atenta contra el páramo y los frailejones está atentando contra el agua y la vida. La sociedad entera tiene que unirse para rechazar estas conductas y denunciarlas. Las autoridades tenemos que actuar de manera diligente y coordinada para imponer las sanciones que correspondan”, declaró el funcionario.

La voz de los agricultores: ¿Delito o necesidad?

Aunque el acto ha generado un amplio rechazo, también ha desatado una controversia en la región. Algunos agricultores locales aseguran que la destrucción de frailejones y la ocupación del páramo son medidas desesperadas frente a la falta de apoyo gubernamental para el sector rural.

“Nosotros no queremos destruir el páramo, pero ¿qué hacemos si el gobierno nos da la espalda? La papa es lo único que nos da de comer. No hay subsidios, no hay programas, no hay alternativas”, afirmó un campesino que pidió permanecer en el anonimato. Este testimonio refleja la complejidad del problema, donde la necesidad económica de las familias choca con la urgencia de proteger los recursos naturales.

Los riesgos del ecocidio

Los frailejones, característicos de los ecosistemas de páramo, son plantas de crecimiento lento que desempeñan un papel crucial en la captura y almacenamiento de agua, regulando el suministro hídrico para comunidades cercanas. La destrucción de estas especies no solo afecta la biodiversidad, sino que también pone en riesgo el acceso al agua potable para miles de personas en Boyacá y Cundinamarca. Expertos en medio ambiente alertan sobre las consecuencias a largo plazo de este tipo de prácticas y exigen medidas más severas para prevenirlas.

Lina Moreno, activista ambiental de la región, criticó la falta de vigilancia efectiva en los páramos y cuestionó la respuesta del gobierno frente a la destrucción de estos ecosistemas. “No se trata solo de judicializar. Necesitamos programas efectivos de educación ambiental y opciones de economía sostenible para las comunidades campesinas”, afirmó Moreno.

Acciones en curso y tensiones locales

La CAR anunció que realizará operativos junto con la Policía Ambiental para aumentar la vigilancia en la zona y evitar nuevos casos de ecocidio. Además, se llevarán a cabo jornadas de sensibilización dirigidas a las comunidades rurales sobre la importancia de los páramos y su relación directa con la seguridad hídrica. Sin embargo, estas acciones también han sido objeto de críticas, ya que algunos consideran que son insuficientes.

“El problema de fondo es la inequidad. No podemos pedirle a los campesinos que sean guardianes del medio ambiente cuando no tienen siquiera acceso a salud o educación de calidad. Hay que garantizar que la conservación ambiental sea también una oportunidad económica para ellos”, afirmó José Ramírez, socilógo experto en desarrollo rural.

Un llamado a la reflexión

El ecocidio en Saboyá expone la complejidad de equilibrar la protección ambiental con las necesidades de las comunidades rurales. Mientras algunos exigen sanciones drásticas contra los responsables, otros llaman a un enfoque integral que aborde las causas estructurales de estos conflictos.

¿Es posible construir un modelo en el que conservación y desarrollo convivan en armonía? El debate sigue abierto, y las respuestas que se den a esta problemática podrían sentar un precedente crucial para la gestión de los páramos en Boyaca.


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