Los habitantes del barrio La Esmeralda, denuncian que los últimos 6 meses ha estado sumido en una problemática que ha afectado gravemente la calidad de vida de sus habitantes. El servicio de energía eléctrica, vital para el funcionamiento de los negocios y el bienestar de la comunidad, ha dejado de operar con normalidad, generando consecuencias desastrosas.
En ese sector, la mayoría de los negocios dependen de la electricidad para mantener en funcionamiento sus refrigeradores y otros electrodomésticos indispensables para su operación diaria. Sin embargo, los constantes bajones de energía han provocado daños irreparables en varios y también en productos, generando perdidas económicas significativas para los comerciantes.
Lea aquí: Maquinaria amarilla en Argelia, Cauca
Según denuncian los pobladores del sector, la situación se agrava aún más por el hecho de que una habitante del barrio es dependiente de oxígeno para su supervivencia y la interrupción constante del suministro eléctrico pone en peligro su vida. Esta situación desesperante ha llevado a la comunidad a un punto crítico.
A pesar de los múltiples reclamos, derechos de petición y denuncias presentadas por los afectados, la Compañía Energética de Occidente, entidad encargad de brindar el servicio no ha tomado medidas efectivas para solucionar el problema. La comunidad ha agotado todas las instancias posibles, pero sus súplicas parecen caer en oídos sordos.
Ante la falta de respuesta y la desesperación creciente, los habitantes de La Esmeralda han decidido unirse en una protesta pacífica, bloqueando las calles del sector. Consideran que sus derechos están siendo violentados, especialmente teniendo en cuenta que el servicio de energía eléctrica les es cobrado puntualmente mes tras mes, a pesar de su deficiente funcionamiento.
La comunidad espera que la entidad competente tome cartas en el asunto y brinden una solución efectiva a esta situación. Los habitantes de La Esmeralda merecen vivir en condiciones dignas y tener acceso a servicios básicos de calidad. La falta de respuesta por parte de las entidades encargadas es una clara violación de sus derechos y no puede ser tolerada por más tiempo.




