Alejandra Guerrero, docente del Conservatorio del Tolima, denunció públicamente estar siendo víctima de acoso por parte de una pareja que se identifican como religiosos y son conocidos en Ibagué por predicar en espacios públicos. Según su testimonio, los sujetos -que también son sus vecinos- la han señalado en múltiples ocasiones como “pecadora”, utilizando términos denigrantes frente a su vivienda y lugar de trabajo.
“Íbamos saliendo de mi casa en el carro, este tipo se para al frente y le pedimos que porfa nos deje pasar. Sintiéndose “insultado”, hoy ha venido hasta mi trabajo a gritar mi nombre acompañado de palabras (loquísimas), que sugieren que soy una “ramera” y otras estupideces. Pero dicen mi nombre con apellido y todo, acompañado de esas palabras”, aseguró Guerrero. La situación se tornó aún más inquietante al recordar un episodio durante Halloween del año pasado: “El año pasado sucedió algo similar en un Halloween, me siguieron porque iba disfrazada de diabla con mis amigos, y se pararon frente a mi casa a decir barbaridades”.
“Quiero hacer una denuncia pública con estas personas que han venido hasta mi trabajo diciendo que les “insulto en el templo de Dios”, cuando ni siquiera asisto a ninguna iglesia”, afirma la docente.
La docente teme que estas agresiones verbales, que incluyen alusiones a insultos religiosos, puedan ser malinterpretadas por quienes las escuchan. “¿Qué se puede hacer en este caso, cuando personas con una clara afectación mental usan ese mecanismo de acoso hacia uno? ¿La ley nos protege de la gente loca?”, se preguntó, solicitando a la ciudadanía colaboración para identificar plenamente a los responsables.




