Tello expuso graves irregularidades en las piscinas de la 42 pese a su reciente inauguración.
Las piscinas olímpicas de la calle 42 en Ibagué, inauguradas con bombos y platillos hace apenas cuatro meses, siguen generando más polémicas que aplausos. Lo que se prometía como un escenario de talla internacional terminó convertido en un verdadero dolor de cabeza para veedores, nadadores y expertos, quienes no dudan en catalogar el complejo como un fiasco. Pérdidas de agua, medidas equivocadas en los trampolines y fallas en el tanque de equilibrio son solo algunas de las problemáticas que manchan el funcionamiento del escenario.
Según el veedor Alberto Tello, el pasado 22 de agosto se llevó a cabo una reunión entre él, la Contraloría General de la República y el gerente del Imdri, Felipe La Rota. Allí quedaron en evidencia las irregularidades que persisten, sin que hasta el momento se hayan ejecutado soluciones reales. Tello asegura que las piscinas pierden nivel, presentan filtraciones en el cuarto de máquinas y muestran fallas graves en la plataforma de clavados, donde los trampolines incumplen estándares oficiales.
El punto más alarmante, de acuerdo con Tello, radica en que los trampolines de tres y siete metros no cumplen las medidas reglamentarias, lo que dejaría sin aval nacional e internacional la piscina de clavados. “Si no corrigen estas medidas, el escenario simplemente no servirá para competencias serias”, advirtió. A esto se suma la inusual coloración verdosa que tomó el agua durante varios días, lo que obligó a suspender entrenamientos de ligas y clubes. Para los veedores, la Alcaldía no ha tenido planeación ni recursos para garantizar una operación adecuada.
La polémica también alcanzó al macromedidor que debía instalarse para controlar el consumo de agua. Según Tello, en lugar de uno nuevo se habría dejado uno viejo y oxidado, que no permite registrar con exactitud la cantidad que se desperdicia.
El exnadador olímpico y profesor Helmut Levy denunció a su vez que el tanque de equilibrio no funciona como debería, lo que genera pérdidas considerables. “Por cada centímetro que baja el nivel del agua, se pierden 12,5 metros cúbicos. En un solo evento se registraron 20 centímetros menos, lo que significa 250 metros cúbicos de agua”, indicó. Levy no dudó en calificar el complejo como una vergüenza: “Nos prometieron un escenario de primera categoría y entregaron uno de quinta”.
La inversión superó los $20.000 millones y el proceso tardó diez años, pero cuatro meses después de inauguradas, las piscinas de la 42 están lejos de ser un orgullo deportivo. Hasta el cierre de esta edición, no se conoció declaraciones por parte del gerente del Imdri.



