Un informe reciente de la Personería de Neiva, en cabeza del personero Andrés Bastidas, encendió las alarmas sobre la operación de ambulancias en la ciudad. El documento, basado en datos y denuncias ciudadanas, expone un sistema de emergencias médicas frágil, donde las ambulancias funcionan bajo criterios económicos más que asistenciales.
Análisis
Desde el año 2020, al menos 36 accidentes de tránsito han involucrado ambulancias. Muchos de estos casos se atribuyen al exceso de velocidad y a la conducción imprudente por parte de los operadores, quienes frecuentemente circulan por la ciudad sin que haya una real emergencia médica. Esta conducta no solo pone en riesgo la vida de los tripulantes, sino también la de peatones y conductores que transitan por Neiva.
Exigen
Pero la situación es aún más delicada: la ciudad no cuenta con una sola ambulancia medicalizada de carácter público. El servicio está completamente en manos de empresas privadas, que, según denuncias, solo atienden casos donde hay accidentes de tránsito con aseguradoras de por medio. Esto ha generado un sistema inequitativo, donde no todos los ciudadanos tienen el mismo acceso a un servicio vital.
Las llamadas al 123 no siempre obtienen respuesta. Algunas ambulancias, al no percibir una rentabilidad inmediata, deciden no acudir al llamado. Esta práctica, que raya en lo inhumano, ha sido documentada por la Personería, que exige al sistema de salud tomar medidas urgentes.
El personero Andrés Bastidas fue enfático en señalar que la salud no puede estar al servicio del lucro. Reiteró que se necesita una intervención estructural que incluya una red pública de ambulancias, con protocolos claros, fiscalización estricta y enfoque en la atención humana.

															

