En la recta final del juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que lleva más de 13 años en investigación, se han presentado momentos de alta tensión entre la defensa del exmandatario, la Fiscalía y la jueza a cargo del proceso, Sandra Heredia. La expectativa se mantiene, pues en las próximas horas se conocerá el veredicto que podría marcar un hito en la historia judicial y política del país.
Durante el juicio, la defensa de Uribe, encabezada por el abogado Jaime Granados, ha manifestado reiteradas inconformidades con el desarrollo del proceso, asegurando que se han vulnerado las garantías procesales de su cliente. En febrero, Granados interpuso una recusación contra la jueza Sandra Heredia, argumentando que su conducta ponía en duda su imparcialidad. Según la defensa, la jueza habría mostrado “un desmedido e inusitado interés” en acelerar el juicio, lo que –a su juicio– iba en detrimento del debido proceso.
“Participar en una recusación a un juez de la República para mí es doloroso. No me siento cómodo en este momento”, afirmó el abogado en su intervención durante la audiencia.
Por su parte, la jueza respondió con firmeza, asegurando que el proceso le fue asignado por reparto y que la celeridad con la que se ha tramitado no debe ser motivo de sospecha. “Para fortuna o desgracia de algunos, este despacho le correspondió por reparto el trámite de este proceso”, expresó Heredia.
La recusación fue negada el pasado 27 de marzo por el Juzgado 55 Penal del Circuito, que determinó que no existían pruebas de conductas extraprocesales que comprometieran la imparcialidad de la jueza. En su fallo, se concluyó que las decisiones de la magistrada se han orientado a garantizar igualdad de condiciones para todas las partes involucradas.
El proceso también ha estado atravesado por múltiples acciones de tutela, interpuestas por la defensa de Uribe, en las que se alega la violación a su derecho al debido proceso.
En medio de un clima de expectativa nacional, la jueza Sandra Heredia deberá emitir en las próximas horas un fallo que definirá el futuro judicial del expresidente. El país entero está atento a la decisión que podría cerrar uno de los procesos judiciales más relevantes de la última década.
