La comunidad del corregimiento de Bruselas, zona rural de Pitalito, vive momentos de profundo dolor e indignación tras conocerse la muerte de Argenis Jiménez, una madre reconocida por su carácter amable y solidario, quien perdió la vida en circunstancias violentas al intentar proteger a su hijo en medio de una riña.
Según el reporte oficial, el trágico suceso se registró durante un altercado en el que la mujer intervino para defender a su hijo de una agresión. En ese instante, recibió un certero golpe en la cabeza con una piedra, lo que ocasionó una grave lesión craneoencefálica.
De inmediato, familiares y vecinos trasladaron a Argenis al Hospital San Antonio de Pitalito, donde fue ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo, pese a los esfuerzos del personal médico, la gravedad del golpe provocó su deceso horas más tarde.
El caso ha generado conmoción no solo en Bruselas, sino también en todo el municipio, pues Argenis era conocida como una mujer de fe, solidaria y comprometida con su comunidad. Mensajes de despedida circulan en redes sociales, donde familiares y allegados expresan su tristeza por la irreparable pérdida. “Hermana Argenis, dejas un vacío muy grande en nuestra comunidad. Siempre te llevaremos en nuestras oraciones”, escribió uno de los pobladores.
Las autoridades judiciales ya adelantan las investigaciones correspondientes para esclarecer las circunstancias de la riña y determinar la responsabilidad del agresor. Aunque aún no se ha confirmado la captura de ningún sospechoso, la Fiscalía ha indicado que se recopilan pruebas testimoniales y materiales con el fin de judicializar al responsable de este homicidio.
El hecho también abre un debate sobre los altos índices de violencia que persisten en zonas rurales del Huila, donde las riñas, muchas veces originadas por conflictos personales o el consumo de alcohol, terminan en tragedias irreparables. Líderes comunitarios de Bruselas han hecho un llamado urgente a las autoridades para reforzar los procesos de prevención de violencia intrafamiliar y comunitaria, así como la presencia policial en la región.
El corregimiento de Bruselas permanece consternado, entre el dolor y la indignación, al despedir a una madre que se convirtió en símbolo de valentía y amor maternal hasta el último instante de su vida. Para muchos, el recuerdo de Argenis Jiménez quedará grabado como el de una mujer que dio todo por proteger a su familia, incluso a costa de su propia existencia.
Su partida, violenta e injusta, deja al descubierto una vez más la fragilidad de la vida frente a la intolerancia y la violencia desmedida que marcan a tantas comunidades del sur del Huila.
