Gobernantes y pueblos indígenas, en sintonía
La semana pasada, presidentes y altos funcionarios de países amazónicos se reunieron en Bogotá para promover una agenda común de protección de la selva. Entre ellos estaban representantes de Colombia, Brasil, Bolivia y Ecuador, junto con líderes indígenas. Juntos firmaron la «Declaración de Bogotá», un compromiso para armonizar acciones en defensa del Amazonas.
De la palabra a la acción territorial
La agenda aborda temas clave: derechos indígenas, seguridad alimentaria y riesgos climáticos. Además, se estableció un nuevo mecanismo denominado Mecanismo de Pueblos Indígenas, con representación paritaria y reuniones regulares, incluso extraordinarias. Este permitirá decisiones más participativas y directas en la conservación del territorio.
Voces que exigen compromiso real
El presidente Lula manifestó que «no hay salida individual para la crisis climática», mientras que la vicepresidenta ecuatoriana puso énfasis en la necesidad de ir más allá de las intenciones y avanzar en acciones concretas lideradas desde los territorios.
Representantes indígenas valoraron especialmente la creación de mecanismos de financiación directa, aunque advirtieron que las palabras deben traducirse en resultados palpables para evitar daños irreversibles.
Un nuevo principio para proteger el futuro
Esta declaración refuerza la coordinación regional y confirma la voluntad política de proteger uno de los ecosistemas más vitales del planeta. La protección del Amazonas no es solo una tarea local: impacta el clima global y la biodiversidad mundial.
