El volante cardenal destacó el valor espiritual y colectivo del campeonato, y rindió homenaje al proceso anterior encabezado por Pablo Peirano.
Luego de que Independiente Santa Fe conquistara su décima estrella en el fútbol profesional colombiano al vencer 1-2 a Independiente Medellín en el Atanasio Girardot, el mediocampista Daniel Torres fue una de las voces más emotivas tras el pitazo final. El jugador bogotano, titular en la gran final, habló sobre el significado personal del título y no dudó en señalar al extécnico Pablo Peirano como parte fundamental de este logro.
“He escuchado muchas veces decir que Santa Fe no tiene un proceso, pero quizá lo hablan desde la parte deportiva. Santa Fe y Daniel Torres llevamos un proceso que es silencioso, que es con el Señor, y vale la pena creer”, dijo el volante, que regresó al club en 2024 tras su paso por el fútbol internacional.
El exjugador del Albacete de España no solo resaltó el carácter espiritual de su recorrido con el equipo capitalino, sino que también extendió su gratitud al cuerpo técnico de Peirano, quien dirigió al club entre 2022 y 2023.
“Todo era cuestión de fe. Estamos presencialmente algunos, pero hay personas que siembran y lo hicieron en ese momento, por eso quiero darle esa mención al cuerpo técnico de Pablo Peirano. Hoy nosotros podemos recoger el fruto de esa siembra”, expresó Torres, quien ya había sido campeón con Santa Fe en 2014.
Con este resultado, Santa Fe se impuso en la final con un global de 2-1, luego de empatar sin goles en Bogotá y ganar en Medellín con tantos de Hugo Rodallega y Harold Santiago Mosquera. El equipo dirigido por Jorge Bava firmó una sólida campaña, en la que Daniel Torres fue pieza clave durante los cuadrangulares y la instancia definitiva.
A sus 33 años, Torres se convirtió en uno de los referentes espirituales y futbolísticos del plantel, reflejando el temple y la madurez que caracterizaron al equipo en esta fase final del campeonato.
La estrella número diez no solo representa un nuevo hito deportivo para Santa Fe, sino también la reivindicación de un camino trabajado en silencio, con convicción y, como lo resumió su capitán en la cancha, con fe.
