Dagma trabaja en la protección de especies en peligro crítico de extinción

Dagma trabaja en la protección de especies en peligro crítico de extinción
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Los árboles nos hablan cuando conjugan el movimiento de sus hojas al ritmo del viento, cuando nos permiten revitalizarnos si los abrazamos, cuando nos regalan su oxígeno, por eso, es deber del ser humano protegerlos, sobre todo a aquellos que están en riesgo de extinción.

En ese sentido, y articulando esfuerzos, el Dagma participó de reunión técnica de la Alianza por los Bosques del Pacífico, donde hicieron presencia varias Corporaciones Autónomas Regionales del Pacífico, y socializó la labor que viene desarrollando para evitar la deforestación y garantizar la vida de la flora silvestre.

“Desde el Dagma hicimos un análisis del consumo de madera en Cali para tener una estimación del impacto que genera el mismo sobre los bosques y encontramos una cifra, según la cual, en el año 2021 fueron más de 43.000 M3 de madera legal y esos provenían en el 98% de todo el litoral pacífico (Chocó, Cauca, Valle y Nariño); pero tenemos más del 45% de madera ilegal comercializada”, indicó Julio César Nieto Lugo, coordinador grupo Flora Silvestre del Dagma.

“Esos 43.000 M3 equivalen en proporción, si fueran árboles vivos, alrededor de 7.111 estadios de fútbol Pascual Guerrero. Estamos hablando de un consumo inconsciente de la madera en nuestro territorio y por lo tanto una afectación directa sobre el bosque tropical, natural del Pacífico colombiano”, agregó Nieto Lugo.

Vale la pena aclarar que desde las corporaciones regionales se hacen esfuerzos que buscan un aprovechamiento sostenible de la madera con la emisión de permisos que imponen medidas de protección para que las empresas hagan rotación de áreas de uso, es decir, que un año siembren y usen la materia prima de sus siembras, luego le den descanso a esa área y pasen a otra. En esos permisos también se limitan las cantidades permitidas.

Al respecto de la labor que viene desarrollando el Dagma, el Nieto Lugo advirtió que se emitió la Resolución 878 que prohíbe el uso, aprovechamiento, movilización, transformación y/o comercialización de productos y subproductos de especies de la flora silvestre declaradas en riesgo de extinción o riesgo crítico de extinción.

Además, se aumentaron los operativos en carretera y a los sectores madereros; también se están regulando todas las empresas forestales para que lleven el libro de operaciones; también se fortaleció el esquema de reconocimiento de ellas, en el cual se circunscriben para tener unas evaluaciones donde dan garantías a través de procedimiento de comercializar madera legal.

Frente a los árboles más comercializados que están en peligro de extinción podemos mencionar el chanul, el cedro, el caparrapí, el amarillo y otras 15 especies identificadas en el libro rojo del Instituto Sinchi (Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas).


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