La situación en Cunday y Villarrica, Tolima, se ha vuelto cada vez más crítica desde el pasado 22 de mayo, cuando varios deslizamientos de tierra bloquearon por completo la carretera que conecta estos dos municipios. Miles de personas están incomunicadas, lo que ha generado un urgente clamor de los habitantes, campesinos y transportadores afectados, quienes exigen una intervención inmediata de las autoridades.
El problema se ha intensificado por la falta de ayuda gubernamental y municipal, dejando a la comunidad completamente aislada. La falla geológica en Cunday ha agravado la crisis, afectando viviendas, una escuela rural y varias fincas agropecuarias. Las veredas Tres Esquinas, La Unión, Cimalta y San Pablo han quedado incomunicadas debido al colapso de la vía principal.
Este desastre se suma a la alerta roja que enfrentan 29 municipios del Tolima, por riesgo de nuevos deslizamientos. Aunque las autoridades locales han iniciado evacuaciones preventivas y un monitoreo de la zona, la respuesta sigue siendo insuficiente. La comunidad reclama con urgencia soluciones efectivas para restablecer la movilidad y evitar mayores pérdidas económicas y sociales.
Este suceso resalta la necesidad de planes de mitigación y atención inmediata para las zonas más vulnerables en esta temporada de lluvias. La espera de una intervención rápida se hace cada vez más urgente.




