El evento internacional enfrenta desafíos por la cancelación de varios líderes europeos y latinoamericanos, en medio de un momento geopolítico complejo
La confirmación de la asistencia de Luiz Inácio Lula da Silva a la IV Cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Santa Marta ha evitado que el evento, marcado por una serie de ausencias de alto perfil, se vea completamente deslucido.
Mientras el presidente de Brasil encabezará la delegación latinoamericana, la lista de líderes europeos que han decidido no participar incluye a figuras centrales como Ursula von der Leyen, Emmanuel Macron y Friedrich Merz, lo que ha reducido notablemente el peso político de la cita.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Friedrich Merz, optaron por no viajar a Colombia.
Portavoces de la Comisión y del Gobierno alemán explicaron a EFE que la decisión responde a cuestiones de agenda y a la limitada presencia de otros jefes de Estado y de Gobierno.
En el caso de Macron, fuentes del Palacio del Elíseo indicaron que “no está prevista” su visita a Santa Marta, sin ofrecer detalles adicionales.
La ausencia de Von der Leyen será suplida por la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Kaja Kallas, que también es vicepresidenta de la Comisión y asistirá en nombre del organismo.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, sí estará presente, al igual que el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi Martínez; y los jefes de Gobierno de Belice, Finlandia, Croacia y República Checa, según confirmó la Cancillería colombiana a El Tiempo. No obstante, la lista de dignatarios extranjeros se ha visto mermada en los días previos al encuentro.
De acuerdo con Financial Times, las recientes sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos contra el presidente colombiano Gustavo Petro, que ejercerá como presidente pro tempore de la Celac, han influido en la decisión de varios líderes europeos de no asistir.
El diario británico señala que la cautela de los funcionarios de la Unión Europea busca evitar tensiones con Estados Unidos, especialmente tras la consecución de un frágil acuerdo comercial este verano que pretende impedir una guerra arancelaria transatlántica. Un funcionario latinoamericano que planeaba asistir declaró a Financial Times: “El impacto de lo que está ocurriendo en el Caribe es muy complejo”.
El contexto geopolítico se ha visto agravado por la inclusión de Gustavo Petro en la lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN) de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) de Estados Unidos, tras días de tensión con Donald Trump, que lo acusó de ser el “líder del narcotráfico”.
Además, la presencia militar estadounidense en el Caribe, extendida recientemente al Pacífico, y las discusiones en Estados Unidos sobre posibles operaciones terrestres en Venezuela, han añadido presión al ambiente diplomático.
A pesar de estas circunstancias, el embajador de la Unión Europea en Colombia, François Roudié, manifestó a El Tiempo su esperanza de que la cumbre se mantenga centrada en sus objetivos: “¿El impacto que pueda tener en la cumbre? Espero que ninguno. Espero que esta cumbre se concentre en lo esencial, fortalecer la relación entre los pueblos. Imagino que es lo que va a pasar”.
La agenda del encuentro, que se celebrará del 7 al 10 de noviembre, contempla dos sesiones de trabajo dedicadas a la defensa del multilateralismo, el comercio y la inversión, las transiciones ecológica y digital, y la cooperación en la lucha contra la delincuencia organizada, la corrupción y el tráfico de drogas y personas.
También se prevé explorar nuevas formas de colaboración para promover la paz, la seguridad y la prosperidad compartida. La última cumbre de este tipo tuvo lugar en Bruselas hace dos años, tras un receso de ocho años.




