El Proyecto de Ley 435 busca incorporar la atención diferencial para pueblos étnicos de Colombia
En un paso decidido hacia una salud mental más inclusiva y coherente con la diversidad cultural de Colombia, el senador Carlos Julio González Villa radicó el Proyecto de Ley 435, que busca transformar la formación de profesionales del sector mediante la incorporación de un enfoque étnico e intercultural. La iniciativa beneficiaría directamente a comunidades indígenas, afrocolombianas, raizales y palenqueras, además de fortalecer el trabajo de psicólogos y profesionales de la salud mental en todo el país.
Proyecto
El proyecto incorpora contenidos curriculares que aborden las realidades culturales de las comunidades, promueve la creación de centros especializados, la conformación de una red nacional con enfoque diferencial y protocolos de atención que integren la medicina moderna con prácticas ancestrales. González Villa, médico de profesión, aseguró que este tipo de propuestas representan un paso hacia la equidad en salud. “Necesitamos profesionales que entiendan el contexto cultural de sus pacientes. No todos los problemas de salud mental se abordan igual en todo el territorio”, dijo.
Desde el Colegio Colombiano de Psicólogos, el respaldo ha sido total. Su presidente, José Raúl Jiménez Molina, afirmó: “Este proyecto representa un avance clave hacia una formación científica, intercultural y responsable. Agradecemos este espacio que permite a la academia aportar soluciones reales a los desafíos del país”. La propuesta contempla también el fortalecimiento del Observatorio Nacional de Salud Mental con enfoque diferencial y la inclusión de competencias socioemocionales en los procesos formativos.
Alarmas
El senador destacó que esta reforma responde a una realidad alarmante. Según el Observatorio Nacional de Salud, la tasa de suicidio entre población indígena es de 9,3 por cada 100.000 habitantes, frente al promedio nacional de 6,3. En el pueblo Wayuu, los casos de suicidio juvenil han aumentado un 30 % en los últimos diez años. Estas cifras reflejan la urgencia de implementar acciones con pertinencia cultural, que contribuyan no solo a la atención clínica, sino también a la prevención.
Además del componente técnico, el proyecto reivindica el valor de los saberes ancestrales y de las formas tradicionales de cuidado en las comunidades. González Villa explicó que integrar la diversidad cultural en la atención en salud mental permitirá ampliar la cobertura, reducir la deserción en tratamientos, mejorar la comprensión de los síntomas y generar confianza en los servicios prestados. “La medicina ancestral no puede seguir siendo excluida del sistema. Su reconocimiento es también una forma de reparación histórica”, aseguró.
Con esta propuesta, el senador espera que se construyan puentes entre lo académico, lo comunitario y lo ancestral, garantizando una atención más humana y adaptada a la diversidad del país. “Mi objetivo es que este proyecto contribuya a mejorar de forma estructural la salud mental en Colombia”, puntualizó.




