La señora María Fernández, esposa del paciente en estado crítico, denuncia la negligencia
de la administración del Aeropuerto Juan José Rondón de Paipa, que impidió el ingreso
oportuno de su esposo, quien requería un procedimiento de marcapasos urgente en el
Hospital de Cúcuta.
Desesperación en el Aeropuerto
El drama se desencadenó el pasado 3 de junio cuando, pese a llegar con anticipación al
aeropuerto, el paciente y su esposa se vieron impedidos de abordar el vuelo que lo
llevaría al tratamiento vital en Cúcuta. A pesar de explicar la urgencia de la situación, el
personal de seguridad no permitió su ingreso, lo que llevó a la pérdida del vuelo y a una
serie de complicaciones posteriores.
Reclamos y negligencia
Ante la desesperada situación, la esposa del paciente buscó ayuda en la administración del
aeropuerto, solo para enfrentar una respuesta desalentadora y carente de empatía. A
pesar de los reclamos y explicaciones sobre la urgencia del caso, se les negó cualquier
solución, dejándolos varados y desamparados en un momento crítico.
La señora María Fernández, representante de su esposo, quien sufre de una discapacidad
laboral, lamenta profundamente la falta de compasión y eficiencia por parte del personal
del aeropuerto, que ignoró las circunstancias urgentes y cruciales que rodeaban el viaje de
su esposo.
La administración del Aeropuerto Juan José Rondón de Paipa, representada por José
Mantilla, ha declarado que el incidente fue una confusión, argumentando que el paciente
no fue reconocido como tal, sino como un pasajero común. Sin embargo, la versión de la
señora Fernández contradice esta afirmación, destacando que se comunicó claramente la
situación de emergencia.
Mientras tanto, el paciente, gracias a la intervención de la EPS, finalmente pudo recibir el
tratamiento necesario en el Hospital Erasmo Meoz de Cúcuta. Sin embargo, la angustia y
las dificultades enfrentadas en el aeropuerto siguen siendo una fuente de indignación y
preocupación para la familia afectada.
María Fernández, obligada a regresar sola a Boyacá, enfrenta ahora la difícil
tarea de sostener el hogar y cuidar de sus dos hijas, mientras su esposo se recupera. Su
voz se alza en busca de justicia y responsabilidad por parte de la administración del
aeropuerto, que puso en riesgo la vida de su ser querido debido a su negligencia
injustificada.
