Espacio fortaleció redes emocionales en jornada significativa local.
Un paso hacia la justicia social y la construcción de una comunidad más humana.
En el municipio de Villa Rica, Cauca, se realizó con éxito el IV Encuentro “¿Quién cuida a las cuidadoras y cuidadores?”, una jornada impulsada por la Administración Municipal bajo el liderazgo de la alcaldesa María Edis Dinas, a través de la Secretaría de Gobierno. Esta actividad tuvo como propósito central valorar, visibilizar y fortalecer la labor esencial de quienes brindan cuidado diario a personas con discapacidad, muchas veces sin descanso ni reconocimiento.
La jornada fue diseñada como un espacio de escucha activa, reflexión y contención emocional, donde las historias de vida ocuparon el lugar central. Tres mujeres cuidadoras compartieron sus experiencias ante una audiencia compuesta por otras cuidadoras, profesionales del sector público y ciudadanía en general. En sus testimonios, hablaron de la soledad, del agotamiento, pero también del amor, la resiliencia y la fuerza con la que enfrentan su rol cada día.
Una de las frases más conmovedoras fue pronunciada por una de las cuidadoras participantes: “Durante mucho tiempo me sentí sola, hasta que llegué a estos espacios donde me escuchan, me entienden y no me juzgan”. Este tipo de testimonios evidencia el impacto profundo que pueden generar los espacios de encuentro, donde las emociones se transforman en acción colectiva y las vivencias personales se convierten en tejido social.
El evento también contó con el acompañamiento de entidades como Rutas del Valle, la Comisaría de Familia, la Oficina de la Mujer y la Secretaría de Salud, quienes brindaron información clave sobre servicios de salud mental, rutas de atención, programas de formación y acompañamiento familiar. Su participación reafirmó que el cuidado no debe recaer únicamente en las familias, sino que es una responsabilidad compartida entre la sociedad y el Estado.
Además del conversatorio central, el encuentro incluyó una serie de actividades complementarias pensadas especialmente para brindar bienestar físico y emocional a las personas cuidadoras. Se realizaron pausas activas guiadas por profesionales en actividad física, permitiendo a las asistentes liberar tensiones acumuladas y reconectar con su cuerpo, muchas veces olvidado por las largas jornadas de cuidado que deben enfrentar. También se ofrecieron momentos de relajación con técnicas de respiración, ejercicios de estiramiento y espacios de escucha emocional, creando un ambiente seguro y acogedor donde cada persona se sintió valorada y comprendida.
Como parte del cierre simbólico de la jornada, se entregaron detalles conmemorativos a las cuidadoras y cuidadores presentes. Estos obsequios, aunque sencillos, fueron recibidos con gratitud y emoción, ya que representaron un acto tangible de reconocimiento a su trabajo muchas veces invisible. Más allá del objeto, fue el gesto el que habló fuerte: «lo que haces importa, y lo vemos.»

Pie página: María Edis Dinas, alcaldesa.




