Para la seguridad en la vía el desgaste de la llanta es crucial, no solo porque garantiza la adherencia a la carretera y el óptimo rendimiento del vehículo en condiciones climáticas adversas, sino que también es lo que permite expulsar el agua que se presente en el camino.
Por tal motivo, la multinacional Bridgestone presentó una guía para entender cómo se puede detectar el final de la vida útil de las llantas por desgaste y cuáles problemas podrían estar asociados.
Por un lado, la clave para detectar si una llanta se encuentra deteriorada es observar el labrado que tiene el caucho. Todos los surcos que conforman dicho dibujo contienen pequeñas elevaciones “testigos” que indican cuán desgastado se encuentra el producto. Si vemos que estos testigos están casi a la altura del resto del material, la llanta se encuentra en mal estado y entonces su reemplazo es inminente.
Nevardo Porras, gerente de ingeniería de ventas de la firma en Colombia, dijo que “una señal inequívoca de que las llantas necesitan ser cambiadas, es cuando la tracción del auto disminuye, no se adhiere al piso al aplicar los frenos y, por ende, el vehículo tarda más tiempo del habitual en detenerse”.
Es importante también comprender qué tipo de desgastes existen en las llantas para saber cuáles son las causas de ello y así, buscar una solución definitiva. El más frecuente es el desgaste regular, que indica una erosión homogénea en toda la superficie de la llanta, causada frecuentemente por retrasar el reemplazo de la misma.
Pero también puede darse un desgaste irregular en distintas partes de la llanta, que puede deberse a diferentes causas:
- Desgaste en el centro: suele indicar que habitualmente se lleva una presión de inflado superior a la recomendada por el fabricante del vehículo, por lo que la llanta roza más en el centro.
- Desgaste en alguno de los laterales: es un fuerte indicador de que la dirección del carro está desalineada y es necesario revisarla
- Desgaste localizado: se trata de una zona particularmente afectada en la banda de rodamiento y suele producirse con las frenadas bruscas en las que se bloquean las ruedas y éstas deslizan sobre el asfalto
Es muy importante que se realice un mantenimiento preventivo periódico que incluya la revisión de las llantas y de la mecánica básica del vehículo para evitar inconvenientes en la vía y prevenir accidentes.
Agregó que “con pequeñas acciones como la alineación, el balanceo, la rotación y el control de la presión de inflado, lograremos no solo prolongar la vida útil de las llantas, sino también favorecer el óptimo rendimiento y buen estado del vehículo y todos sus componentes, así como ahorrar combustible; pero, sobre todo, contribuimos a la seguridad de todos los actores de la vía”.


