El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó que está separado desde hace años de la primera dama Verónica Alcocer.
Sin embargo, ella continúa ejerciendo funciones como primera dama y aparece en viajes oficiales, lo cual ha generado cuestionamientos sobre la legitimidad de su rol en ese cargo oficial.
¿Por qué se pregunta su legitimidad?
Algunos de los puntos que han generado debate:
Si están separados “hace años”, ¿en virtud de qué vínculo personal ejerce Alcocer como primera dama?
¿Cómo se regulan los alcances, financiamiento y autorización de las funciones de la figura de primera dama en Colombia cuando hay separación?
¿Por qué sigue apareciendo como integrante de comitivas oficiales, usando recursos del Estado, si la relación personal con el presidente estaría rota?
Antecedentes de Alcocer como primera dama
Alcocer adoptó un perfil bastante activo: participación en eventos internacionales, firma de convenios, visibilidad pública.
Sin embargo, también se ha observado que no hay un marco jurídico claro que regule su rol (o qué sucede si la relación con el presidente termina).
Implicaciones y preguntas abiertas
¿Esta situación afecta la transparencia del cargo de primera dama y la rendición de cuentas al Estado?
¿Se deben definir reformas que regulen funciones, presupuesto y legitimidad de esa figura en casos de separación?
¿Cómo responderá el gobierno a las críticas sobre recursos públicos utilizados por alguien que ya no está en pareja con el jefe de Estado?


