Juan Carlos Ramírez, de 21 años, caminó durante cuatro días en las montañas de Antioquia para escapar de las garras del Clan del Golfo. Fue reclutado mediante un engaño en TikTok, donde le ofrecieron un falso trabajo en una finca. Sin empleo ni recursos, aceptó la propuesta y viajó 1.500 kilómetros desde el suroccidente del país.
Al llegar, fue retenido por la organización, obligado a entrenarse y armado para luchar contra disidencias de las Farc y el ELN. Ante el miedo y las amenazas de muerte, se negó a ejecutar una orden de asesinato. Esa decisión marcó su fuga.
En su escape, nadó ríos, subió montañas y sobrevivió gracias a una familia que lo ayudó. Finalmente, llegó al Ejército para iniciar su proceso de desmovilización, revelando cómo el Clan utiliza redes sociales para captar jóvenes y convertirlos en soldados a la fuerza.



