Durante años, los habitantes del barrio Calle Real convivieron con el polvo, los huecos y el abandono institucional. Hoy, la noticia de la pavimentación de la calle 21 trae alivio, pero también un sentimiento de desconfianza. “No queremos promesas inconclusas ni obras que queden a medias. Queremos resultados visibles”, expresó una residente del sector.
El edil Neyder Muñoz, representante de la comuna 10, destacó que este avance es fruto de la insistencia comunitaria. “Durante más de 40 años los vecinos tocaron puertas sin respuesta. Hoy, logramos que esta petición histórica se convierta en una obra concreta”, señaló.
Celebración y crítica
Aunque el inicio de los trabajos representa un avance en materia de movilidad y bienestar, algunos habitantes cuestionan el tiempo de ejecución y la falta de socialización del proyecto. “Queremos saber cómo se invertirán los recursos y quién supervisará la obra”, insistieron.
El caso refleja un problema estructural en Neiva: la inequidad en la distribución de obras públicas. Mientras algunos sectores cuentan con renovadas vías, otros como Calle Real debieron esperar décadas para obtener una respuesta.
La pavimentación de la calle 21 es, sin duda, un logro para la comuna 10, pero también un recordatorio de que la gestión pública debe ser constante, participativa y responsable.
