De acuerdo con el portal especializado Gabrica, los gatos están entre los animales que más horas al día dedican a dormir. Ya sea que se echen debajo de un delicioso rayo de sol, que se acurruquen en su rincón favorito de la casa o que busquen su compañía, pero, ¿por qué lo hacen?
Ana Ramírez, directora técnica de Clínicas Kivet (Kiwoko) explica que aunque los gatos son independientes, también tiene una sensibilidad muy especial, sobre todo al dormir. “Ellos buscan algún lugar que les permita sentir más seguridad y confianza, resguardándose con la compañía de otro ser (que puede ser el dueño), en el momento de dormir. Además, también son amantes del calor, con lo que, especialmente en invierno, es habitual que acudan al regazo de sus dueños”, explica.

Con los felinos domésticos pasa exactamente lo mismo. Por más que solo persigan a un ratón o un pájaro, o simplemente estén gastando energía mientras se divierten con su juguete, el resultado es el mismo: el juego los cansa. Entonces, es completamente normal que un gato duerma bastante.
Una historia completamente distinta ocurre con los gatos cachorros. Durante sus primeras semanas de vida, los felinos recién nacidos necesitan dormir más que los adultos, por lo que pueden llegar a tener siestas de hasta 20 horas al día. Esto se debe a que ellos liberan una hormona de crecimiento mientras duermen.
Cuando ya alcanzan cuatro o cinco semanas de vida, sus siestas dejan de ser tan extensas. En este punto, comienzan a dormir el mismo tiempo que un gato adulto.
Experto Animal afirma que los gatos suelen alternar entre etapas de sueño profundo y ligero. El sueño ligero consisten en siestas de pocos minutos. Después de cerca de 30 minutos de sueño ligero, entran a la etapa de sueño profundo.
Cuando los felinos se vuelven mayores o llegan a su vejez, suelen volver a aumentar sus horas de sueño. Ellos pueden dormir entre 18 y 20 horas al día.




