¿Cuándo debe un bebé empezar a comer alimentos sólidos?

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El momento ideal para comenzar con sólidos

Los expertos coinciden en que el mejor momento para introducir alimentos sólidos en la dieta de un bebé es alrededor de los 6 meses de edad. A esta edad, el sistema digestivo del bebé ha madurado lo suficiente para procesar nuevos alimentos y, además, comienza a mostrar señales claras de estar listo para esta etapa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y asociaciones pediátricas internacionales recomiendan mantener la lactancia materna o fórmula como alimento principal hasta el año, pero comenzar la alimentación complementaria a partir del medio año de vida.

Señales que indican que el bebé está listo

Cada bebé es diferente, pero existen signos comunes que indican que ya puede iniciarse la alimentación con sólidos:

  • Mantiene la cabeza erguida sin ayuda.
  • Puede sentarse con apoyo.
  • Muestra interés por los alimentos que comen los adultos.
  • Abre la boca cuando se le ofrece una cuchara.
  • Ha perdido el reflejo de extrusión (ya no empuja la comida con la lengua hacia afuera).

Si tu bebé presenta estas señales, es probable que esté listo para comenzar esta nueva fase alimentaria.

¿Qué alimentos ofrecer primero?

Los primeros alimentos sólidos para bebés deben ser suaves, fáciles de digerir y ricos en nutrientes, especialmente hierro. Algunos ejemplos recomendados son:

  • Cereales infantiles fortificados con hierro, mezclados con leche materna o fórmula.
  • Frutas como manzana, pera o banano, bien trituradas o en puré.
  • Verduras como zanahoria, calabaza o papa, cocidas y machacadas.
  • Carnes magras cocidas y desmenuzadas.
  • Legumbres como lentejas o arvejas bien cocidas.

La clave está en introducir un alimento nuevo cada vez y esperar unos días antes de agregar otro, para detectar posibles alergias o intolerancias.

Consejos para una transición segura

  • Evita la sal, el azúcar y la miel antes del primer año.
  • No ofrezcas alimentos duros o con riesgo de atragantamiento.
  • Siempre supervisa al bebé mientras come.
  • La comida debe complementarse con la lactancia, no reemplazarla.

Comenzar la alimentación sólida es un hito emocionante y clave para el desarrollo del bebé. Hacerlo en el momento adecuado y con los alimentos apropiados favorece una nutrición balanceada desde los primeros años.


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