Qué difícil se vuelve el corazón cuando toca decir Adiós; y más si nuestro corazón se entrelazaba con otro corazón el cual con cada bombeo declaraba un romántico sentimiento de amor. Las fotos tomadas; los besos compartidos, las caricias voluptuosas navegando por la pasión de la piel y seduciendo hasta el tejido del espíritu y el sabor del alma. El panorama se torna difícil como un tornado cuando acecha un día soleado y deja cenizas que ya no pueden naufragar entre la belleza de las plantas florecidas plantas…porque a revolcado los rastros del amor convirtiéndolo en un desbastador silencio; dándole paso a los estragos del desamor.
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