La jornada nacional en apoyo a Palestina terminó con fuertes tensiones entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, luego de que en la capital antioqueña se registraran disturbios y actos vandálicos al cierre de las movilizaciones.
Las marchas, convocadas en todo el país para exigir el rompimiento de los acuerdos comerciales y militares con Israel y Estados Unidos, transcurrieron en calma en la mayoría de ciudades. Sin embargo, en Medellín varios manifestantes atacaron un restaurante McDonald’s, lanzando piedras y pintando su fachada, mientras en el interior permanecían familias con niños.
El alcalde Gutiérrez condenó los hechos y pidió restablecer el orden. “Esto no es protesta pacífica, es intimidación y vandalismo. Si no se controla, puede derivar en anarquía”, declaró en Blu Radio. Por su parte, el concejal Andrés ‘el Gury’ Rodríguez —del Centro Democrático— generó polémica al salir con un bate de béisbol “a defender la propiedad privada”, afirmando que “les declaraba la guerra” a los responsables de los daños.
En redes sociales, el presidente Gustavo Petro respondió asegurando que los responsables de los ataques “no son manifestantes, sino milicias fascistas” y acusó al alcalde de Medellín de tolerar o promover la violencia. “Fascismo como en el gobierno de Israel”, escribió el mandatario en su cuenta de X.
El secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa, ordenó la intervención de las autoridades con “uso diferenciado de la fuerza”, mientras que la representante Isabel Zuleta pidió a la Procuraduría investigar el actuar del concejal Rodríguez por portar armas contundentes durante la manifestación.
El resto del país reportó concentraciones pacíficas en Bogotá, Cali, Bucaramanga y Barranquilla, donde la jornada concluyó sin incidentes graves.
