Cristóbal López, salesiano y arzobispo de Rabat, ha sorprendido al aparecer en la prensa italiana como un posible candidato a Papa. Su perfil misionero, su experiencia en el diálogo interreligioso y su cercanía a la gente, características que el Papa Francisco ha valorado, lo han convertido en una figura relevante en el cónclave. En una entrevista concedida a Íñigo Domínguez de El País, López abordó diversos temas, desde la situación de la Iglesia hasta la política migratoria europea, mostrando una franqueza y claridad que lo distinguen.
El cardenal español, quien vivió en Paraguay, Bolivia y Marruecos antes de ser nombrado arzobispo de Rabat, restó importancia a las especulaciones sobre su posible elección, afirmando que son «elucubraciones periodísticas». Sin embargo, reconoció que las congregaciones generales del cónclave están siendo útiles para conocer a los cardenales y discernir sobre el futuro de la Iglesia. López destacó la importancia de una Iglesia «al servicio del Reino de Dios», abierta al diálogo interreligioso y comprometida con la paz, la justicia y la inclusión.
Divisiones y Continuidad en la Iglesia
López negó la existencia de una división profunda entre los cardenales, aunque reconoció diferencias de opinión. Abogó por una «unidad en la que nadie se sienta excluido» y por continuar los procesos de apertura iniciados por el Papa Francisco, como la inclusión de homosexuales y mujeres en la Iglesia. Sobre la posibilidad de un cisma, López fue tajante: «Para ser hereje hay que saber bastante teología, no vale cualquier imbécil». Atribuyó las críticas al Papa Francisco a que «les ha tocado donde les apretaba el zapato», refiriéndose a las denuncias de injusticias y la defensa de los migrantes.
Crítica a la Política Migratoria Europea
Uno de los puntos más destacados de la entrevista fue la crítica de López a la política migratoria de la Unión Europea y de España. El cardenal se mostró «avergonzado» por la «política egoísta, mezquina y raquítica» hacia los inmigrantes, recordando su propia experiencia como emigrante de Andalucía a Cataluña. López defendió la contribución de los inmigrantes a la economía europea y abogó por una política migratoria más humana y justa.
Finalmente, López expresó su preocupación por el auge del populismo, la extrema derecha y el racismo en Europa, y destacó el papel del Papa como «voz profética» que denuncia las injusticias y promueve la paz.




