La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner empezó este martes a cumplir su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, tras ser notificada oficialmente por la justicia. La sentencia, ratificada la semana pasada por la Corte Suprema, está relacionada con casos de corrupción en la concesión de obra pública durante su mandato.
El juez Jorge Gorini, del Tribunal Oral Federal N.º 2, le comunicó la orden de arresto por videoconferencia, autorizando que la pena se cumpla bajo arresto domiciliario en su vivienda del barrio Constitución, en Buenos Aires.
Con esta decisión, se evitó el acto simbólico de entrega en los tribunales que había anunciado la exmandataria y que sería acompañado por una movilización del Partido Justicialista (PJ), su fuerza política, que preparaba una masiva demostración de apoyo.
Kirchner, quien fue presidenta entre 2007 y 2015 y vicepresidenta de 2019 a 2023, ha denunciado que es víctima de una persecución judicial con fines políticos. Su condena marca un capítulo sin precedentes en la historia reciente de la política argentina.
