Estados Unidos proyectaba un año récord en turismo. Sin embargo, aerolíneas, hoteles y agencias de viajes hoy advierten todo lo contrario: el sector vive una desaceleración marcada por políticas impopulares, amenazas arancelarias y creciente desconfianza internacional. Crisis turística en EE.UU.: caídas de visitas y una imagen en declive.
Los datos son contundentes. Las visitas de canadienses —el grupo más grande de turistas extranjeros— han caído un 15,2 % interanual. Las aerolíneas bajan precios para incentivar una demanda en declive, mientras que gigantes como Marriott, Hyatt, Hilton y Airbnb reducen sus proyecciones de ingresos.
Según Tourism Economics, se espera una caída del 9,4 % en las llegadas internacionales en 2025, lo que representa un retroceso total de más de 12.500 millones de dólares. Un golpe directo a la economía turística estadounidense.
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Más allá de la inflación o la recesión, los analistas apuntan a un factor más profundo: la percepción de que Estados Unidos se ha vuelto un destino hostil.

Turistas detenidos, dispositivos electrónicos revisados en frontera y visados cancelados han sembrado el miedo entre los viajeros. Casos como el de un científico francés rechazado por sus críticas a Trump generan indignación y provocan cancelaciones. “Hay destinos más hospitalarios”, declaró Monique Dubas, quien cambió Nueva York por México.
Los canadienses encabezan el boicot: las entradas en automóvil bajaron un 35,2 % y los vuelos un 19,9 %, según Statistics Canada. Para muchos, las políticas de Trump son inaceptables.
El turismo interno resiste, pero no basta; crisis turística en EE.UU.: caídas de visitas y una imagen en declive
Aunque los viajes nacionales aumentaron ligeramente, no logran compensar la baja internacional. Expedia, por ejemplo, redujo sus expectativas debido al “deterioro de la confianza del consumidor”. La caída afecta especialmente a destinos clave como Nueva York y California, que ya han ajustado sus proyecciones de visitas a la baja.
Las aerolíneas, por su parte, ven estancado el crecimiento. Alaska, Southwest, Delta y JetBlue recortan rutas o no entregan previsiones para 2025, aduciendo incertidumbre económica.
Mientras tanto, Europa se prepara para recibir menos viajeros estadounidenses y otras regiones ganan terreno como destinos alternativos. Solo el turismo de lujo muestra señales de fortaleza.




