La violencia golpea con fuerza al sur de Bolívar. En Montecristo, Arenal, Cantagallo y Santa Rosa del Sur, los enfrentamientos entre el ELN, el Clan del Golfo y disidencias de las FARC mantienen a más de 5.000 personas confinadas. Crisis humanitaria en el sur de Bolívar: más de 5.000 personas confinadas.
Las comunidades llevan 12 días sin recibir alimentos, víveres ni combustible. Los grupos ilegales controlan los accesos a los corregimientos de Canelos, Villaflor, Buenavista, San Juan Río Grande y La Marizosa, donde la vida cotidiana quedó paralizada.
Alerta por desplazamiento masivo y respuesta de la Gobernación
El secretario de Seguridad de Bolívar, Manuel Berrío, advirtió que la presión sobre los habitantes podría derivar en un desplazamiento masivo hacia Santa Rosa del Sur.
“Estamos solos frente a esta emergencia. La comunidad está desesperada y existe el riesgo de que intente enfrentar por sí misma a los grupos armados”, alertó el funcionario.
La Gobernación convocó a un consejo extraordinario de seguridad en Cartagena con el fin de gestionar corredores humanitarios y coordinar acciones con el Gobierno Nacional, la fuerza pública y organismos internacionales.

Las autoridades departamentales advirtieron que, de concretarse el desplazamiento, la cabecera municipal de Santa Rosa del Sur no cuenta con la infraestructura ni los recursos para recibir a miles de familias. Organismos como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría ya fueron alertados, mientras que la Gobernación insiste en que el Gobierno Nacional debe declarar la zona como prioritaria para atención humanitaria inmediata.
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Secuestro de líder social agrava la crisis
La situación se tornó más crítica con el secuestro del líder social Luis Eduardo Bohórquez, presidente de la JAC de La Marizosa. Hombres armados lo sacaron de su vivienda hace seis días.

Según información de inteligencia militar, el ELN lo mantiene cautivo y le suministra medicamentos. Su familia y autoridades locales temen por su seguridad.
Mientras tanto, los pobladores permanecen aislados, sin acceso a comida ni combustible. La población esta a la espera de una respuesta que evite una tragedia humanitaria de mayores proporciones.
