Desde enero de 2025, la región del Catatumbo enfrenta una grave crisis humanitaria debido a enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC-EP. Más de 71 personas han perdido la vida, y más de 56,000 han sido desplazadas. La violencia también ha afectado a cerca de 47,000 niños, quienes han quedado sin acceso a la educación.
El gobierno colombiano ha declarado el estado de conmoción interior y emergencia económica en la región, implementando operativos militares conjuntos con Venezuela. Se han reportado ataques con drones y minas antipersona, así como el reclutamiento forzado de menores por parte de los grupos armados. La situación se considera la más grave desde la registrada en 1997.
Organismos internacionales y la sociedad civil han expresado su preocupación por la violación del Derecho Internacional Humanitario y la falta de protección a la población civil. El gobierno ha anunciado planes de paz y proyectos de infraestructura para mitigar la crisis, pero la violencia persiste. La comunidad internacional ha solicitado una intervención más efectiva para garantizar la seguridad y los derechos humanos en la región.




