La situación humanitaria en la Franja de Gaza ha llegado a un punto crítico. Según un informe publicado este 29 de julio de 2025 por la Red de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) —organismo internacional que monitorea el hambre en zonas de conflicto— la región palestina está atravesando su “peor escenario posible” en términos de inseguridad alimentaria y riesgo de hambruna.
El reporte detalla que más del 80 % de la población en Gaza enfrenta niveles de emergencia en inseguridad alimentaria, y alrededor de 500.000 personas viven en condiciones de hambruna severa, sin acceso regular a alimentos, agua potable ni servicios médicos básicos. La situación se ha deteriorado rápidamente desde el inicio del último asedio militar y el bloqueo de ayuda humanitaria por parte de Israel, que comenzó meses atrás tras el colapso de las negociaciones con Hamas.
Los hospitales están colapsados, los niños presentan cuadros extremos de desnutrición y enfermedades como diarrea y fiebre tifoidea se propagan por falta de agua limpia. La organización Save the Children informó que al menos 1 de cada 3 menores de cinco años en Gaza muestra signos graves de malnutrición.
Además, el sistema de distribución de alimentos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) se ha visto forzado a suspender múltiples operaciones por falta de combustible, inseguridad en las rutas y restricciones impuestas por las autoridades israelíes. Las pocas entregas que logran ingresar no cubren ni el 15 % de las necesidades mínimas de la población.
El secretario general de la ONU, António Guterres, describió la situación como “una tragedia humana evitable” y pidió un alto al fuego inmediato, así como la apertura de corredores humanitarios seguros para facilitar la entrada de víveres y atención médica.
“Estamos siendo testigos del colapso de una sociedad en tiempo real”, dijo Guterres. “No podemos permitir que el hambre sea usada como arma de guerra”.
Israel, por su parte, sostiene que el bloqueo es una medida de seguridad para impedir el ingreso de armas a Gaza y responsabiliza a Hamas por el sufrimiento de la población civil. Mientras tanto, diversas ONGs y gobiernos —incluidos Noruega, España, Sudáfrica y México— han elevado sus denuncias en foros internacionales, exigiendo una acción inmediata.
Las redes sociales también se han convertido en un campo de batalla informativo. Una fotografía viral de un niño palestino extremadamente desnutrido generó una ola global de indignación, aunque también controversia: algunas fuentes señalaron que la imagen no representaba el caso típico, ya que el menor tenía una condición médica previa. No obstante, el impacto simbólico fue suficiente para reactivar el debate sobre la urgencia de intervención internacional.
La comunidad médica internacional advierte que, si no se restablece pronto el acceso a ayuda humanitaria sostenida, la mortalidad infantil podría triplicarse en cuestión de semanas, y la situación sanitaria podría derivar en epidemias descontroladas.



