La cárcel judicial de Pasto enfrenta una grave crisis debido a las denuncias de los reclusos sobre condiciones inhumanas y una alimentación deficiente. Los presos aseguran estar sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, mientras que los empresarios responsables del suministro de alimentos y artículos de aseo alertan sobre deudas millonarias que agravan aún más la situación.
En un comunicado conjunto, los internos expresaron su desesperación al denunciar la falta de higiene, hacinamiento y la pésima calidad de los alimentos, que se entregan en condiciones indignas. Los testimonios apuntan a que algunos productos llegan en mal estado, lo que agrava el deterioro de su bienestar.
Por otro lado, los proveedores de alimentos informaron que la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC) adeuda más de 2.000 millones de pesos, lo que ha provocado dificultades económicas y podría llevar a algunos de los empresarios a la insolvencia. Hernán Lozano, uno de los proveedores afectados, denunció que esta falta de pago afecta a varias regiones, incluyendo Nariño, Cauca y Valle del Cauca.
La Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Empresas (ACOPI) de Nariño también hizo un llamado a las autoridades competentes para que se atiendan estas deudas y se mejoren las condiciones tanto para los reclusos como para los proveedores que abastecen a las cárceles del país. Mientras tanto, la situación en la cárcel de Pasto sigue siendo insostenible, afectando a todos los involucrados en este complejo panorama.