En el corregimiento de Mondomo, Santander de Quilichao, se confirmó una grave
afectación que compromete el avance de la doble calzada que conecta a Popayán
con el norte del Cauca, luego de múltiples hechos violentos y hurtos sistemáticos
sufridos durante los últimos años. La información obtenida por este medio revela
que la constructora encargada, Hidalgo e Hidalgo, a cargo de Francisco Hidalgo y
su hermano, ha mencionado que el proyecto ha reportado pérdidas superiores a los
tres millones de dólares, situación que agudiza la crisis de movilidad e
infraestructura en el suroccidente del país.
Crisis en infraestructura
El proyecto, perteneciente al programa 4G de la Agencia Nacional de
Infraestructura, comprende 77 kilómetros distribuidos entre Popayán, Piendamó,
Pescador, Mondomo y Santander de Quilichao. La obra incluye 64 kilómetros de
doble calzada, 13 kilómetros de variantes, 32 puentes vehiculares, un Centro de
Control de Operaciones, una estación de pesaje y cinco variantes, con una inversión
estimada en 2,06 billones de pesos. La iniciativa promete más de 5.500 empleos y
una reducción significativa en el tiempo de viaje entre Popayán y Santander de
Quilichao.
Sin embargo, la constructora confirmó que desde 2022 se ha presentado un
deterioro sostenido de la seguridad en la zona. Entre los hechos más recientes se
encuentran hurtos de maquinaria pesada, volquetas, camionetas,
vibrocompactadores, excavadoras, así como ataques que terminaron en la
incineración de equipos de alto valor.
Patrón de ataques nocturnos
Los registros ante la Fiscalía muestran la continuidad del fenómeno. El 8 de
noviembre de 2025 se denunció el hurto de una camioneta durante la entrega de
cenas al turno nocturno. Cuatro días antes, doce hombres armados sustrajeron tres
volquetas de la planta de asfalto del kilómetro 4. En otro caso, el 27 de octubre,
fueron robadas dos volquetas, equipos de topografía, elementos de arqueología y
materiales de almacén en la planta del kilómetro 26+400.
La empresa también reportó el hurto de otra camioneta el 6 de septiembre y el robo
de dos volquetas el 18 de junio, luego de la intimidación de un grupo armado
compuesto por hasta veinticinco personas.
La acumulación de estos ataques obligó a suspender actividades durante diez días
en octubre de 2023, generando retrasos técnicos, logísticos y financieros. La
compañía advierte que el acompañamiento institucional ha sido insuficiente y que la
vulnerabilidad creciente amenaza la continuidad de una obra esencial para la
conectividad regional.




