
La Unidad Nacional de Protección (UNP) de Colombia está considerando la evacuación de aproximadamente 3.500 personas en la región del Catatumbo, Norte de Santander, debido a un incremento significativo de la violencia. Enfrentamientos recientes entre grupos armados ilegales, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC, han generado una situación de inseguridad que afecta a numerosas comunidades. La UNP busca garantizar la seguridad de líderes sociales y defensores de derechos humanos que se encuentran en riesgo.
La escalada de violencia ha provocado desplazamientos masivos, con familias abandonando sus hogares en busca de refugio. Las autoridades locales y organizaciones humanitarias están trabajando para brindar asistencia a los desplazados, pero la magnitud de la crisis ha desbordado la capacidad de respuesta. Se han reportado violaciones de derechos humanos, incluyendo amenazas, homicidios y reclutamiento forzado de menores.
El gobierno colombiano ha declarado la región en estado de conmoción interior, lo que permite la implementación de medidas excepcionales para restaurar el orden público. Sin embargo, la complejidad del conflicto y la presencia de múltiples actores armados dificultan las operaciones militares y humanitarias. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación y ha instado a las partes involucradas a cesar las hostilidades y buscar soluciones pacíficas.
La UNP está coordinando con otras entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales para planificar y ejecutar la posible evacuación de las personas en riesgo. Se priorizará a aquellos que enfrentan amenazas directas contra su vida e integridad. Además, se están evaluando estrategias a largo plazo para garantizar la seguridad y el retorno voluntario de los desplazados una vez que las condiciones lo permitan.




