Parque marino canadiense amenaza con sacrificar 30 ballenas
En Canadá, un parque marino en bancarrota ha generado indignación internacional tras advertir que podría sacrificar a 30 ballenas si el gobierno no aprueba su venta a un parque temático asiático. La situación ha desatado un debate ético y legal sobre el trato a los animales marinos en cautiverio.
El gobierno bloqueó la transacción por maltrato animal
Las autoridades federales bloquearon la venta al considerar que el traslado y confinamiento de las ballenas en instalaciones de entretenimiento violarían las leyes de bienestar animal. Según el Ministerio de Medio Ambiente, la transacción “implicaría sufrimiento innecesario y vulneraría los convenios internacionales de protección de cetáceos”.
El parque, ubicado en la costa atlántica, enfrenta graves problemas financieros y sostiene que no puede mantener a los animales sin ingresos ni apoyo estatal.
Organizaciones exigen rescate y reubicación de las ballenas
Organizaciones defensoras de los derechos animales, como Sea Sanctuary Alliance y Whale Freedom Network, han solicitado la intervención inmediata del gobierno para evitar una tragedia. Proponen que las ballenas sean trasladadas a santuarios marinos naturales, donde puedan vivir en condiciones más dignas y seguras.
“Permitir que un parque amenace con la vida de estos seres inteligentes es inaceptable”, declaró una portavoz de Whale Freedom Network.
Presión internacional y llamados a una solución ética
El caso ha atraído la atención de medios y gobiernos extranjeros, aumentando la presión sobre las autoridades canadienses para encontrar una salida humanitaria. Expertos advierten que la eutanasia masiva de ballenas tendría un impacto ecológico y moral devastador, afectando la imagen del país en materia de conservación.
Mientras tanto, el parque marino insiste en que no cuenta con recursos para alimentar ni atender a los animales más allá de las próximas semanas.
Conclusión
El gobierno canadiense enfrenta un dilema urgente: mantener su postura contra el maltrato animal o buscar una solución de emergencia que garantice la supervivencia de las 30 ballenas. La comunidad internacional sigue de cerca un conflicto que podría marcar un precedente global sobre la ética en el manejo de fauna marina en cautiverio.




