La población venezolana enfrenta nuevamente una crisis energética aguda. En al menos 12 estados del país se han reportado prolongados apagones, algunos con duración de más de 48 horas, afectando hospitales, centros educativos y el comercio. El gobierno de Nicolás Maduro atribuye los cortes a “sabotajes” contra el sistema eléctrico, aunque ingenieros eléctricos señalan que el colapso obedece al abandono estructural del sistema de generación y distribución.
En ciudades como Maracaibo, Valencia y Barquisimeto, ciudadanos han salido a protestar exigiendo una solución urgente. La falta de refrigeración ha provocado pérdidas de alimentos y medicamentos, mientras que los servicios de internet y telecomunicaciones también se han visto interrumpidos, incrementando la desesperación de los habitantes.
