Alrededor de 300 niños, niñas y adolescentes de instituciones educativas en la ruralidad de Policarpa, Cumbitara, La Unión, La Llanada y El Rosario están viendo vulnerado su derecho fundamental a la educación. La Defensoría, con el concurso de su Delegada para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales y su Regional Nariño, ha realizado varios análisis que evidencian el déficit de docentes para prestar el servicio. Una de las causas es que no ha sido tenida en cuenta la ubicación de los centros educativos en zonas de difícil acceso y el conflicto armado.
“El Ministerio de Educación y las entidades departamentales de Nariño deben poner en funcionamiento planes prioritarios articulados que permitan el retorno de las clases presenciales, se trata de menores de edad, sujetos de especial protección constitucional”, es el llamado del Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
“En Cumbitara, según información reportada a la Defensoría por la coordinación de educación de la Alcaldía, las instituciones Santa Rosa, Pizanda, Sidón y San Pedro no cuentan con docentes por renuncias, falta de reemplazos y finalización de contratos. En la escuela San Pedro, tres sedes no han iniciado clases por ausencia de profesores, por lo que 52 niños están perjudicados. Dos sedes de Pizanda (Aminda y La Herradura) y otras cuatro de la escuela Sidón (San Agustín, Monte Alto, El Placer y El Pinde) tampoco han iniciado clases afectando a 18 y 33 alumnos, respectivamente” indicaron desde la Defensoría.
Según se pudo conocer, en La Llanada, hay cuatro sedes cerradas de la Institución Técnica Agropecuaria Rodrigo Lara Bonilla, con 87 estudiantes no reciben educación. Padres de familia de los centros educativos de San Sebastián Sede 2 y El Palmar, de la vereda El Prado, así como del Centro Educativo María Auxiliadora, de la vereda La Florida, y de la Rodrigo Lara Bonilla, expresaron a la entidad nacional de derechos humanos la necesidad de que entes departamentales ayuden al restablecimiento de clases presenciales, ya que la metodología de educación adoptada ha sido insuficiente e ineficiente para garantizar el aprendizaje.
En La Unión, Policarpa y El Rosario, aunque están recibiendo clases, persiste la falta de docentes y personal administrativo. En una sede de la Institución Educativa Juanambú, en La Unión, faltan dos docentes y cuatro conserjes. En Policarpa, su institución educativa carece de maestros. En El Rosario, las instituciones Santa Rosa de Lima, Nuestra Señora del Carmen y Sagrado Corazón de Jesús y los centros educativos Los Pinos y San Miguel presentan déficit de profesores, especialmente para la básica primaria.




