Las autoridades confirmaron que el hombre que confesó el asesinato del sacerdote Darío Valencia Uribe, ocurrido en Pereira, fue enviado a prisión preventiva mientras avanza el proceso judicial en su contra.
El señalado, cuya identidad no ha sido revelada oficialmente, habría intentado borrar evidencia clave tras cometer el crimen, lo que agravó su situación jurídica. Según los investigadores, el hombre abandonó el país después del homicidio y fue localizado en Europa, donde finalmente se logró su captura gracias a la cooperación internacional entre cuerpos policiales.
Tras su repatriación a Colombia, un juez de control de garantías ordenó su reclusión inmediata en un centro carcelario mientras enfrenta cargos por homicidio agravado. La Fiscalía sostiene que existen suficientes elementos para demostrar su responsabilidad y evitar una eventual fuga.
El caso ha generado conmoción en Risaralda, donde el sacerdote Valencia Uribe era reconocido por su labor pastoral y comunitaria.




