El barrio La Manga vive hoy una de sus jornadas más dolorosas tras confirmarse la muerte de Yolanda Arias Santos, una joven madre de 24 años que fue hallada sin vida en su vivienda. De acuerdo con las primeras indagaciones, su pareja sentimental sería el responsable de asfixiarla con una almohada mientras dormía, en un acto presuntamente motivado por celos enfermizos. La escena conmocionó a familiares y vecinos, quienes describieron a Yolanda como una mujer alegre, trabajadora y dedicada al cuidado de su pequeña hija. Precisamente, la menor de edad quedó bajo el cuidado de los abuelos maternos, mientras aún pregunta por su madre, sin entender la cruel ausencia. “Ellos se mostraban felices en las redes sociales. Creímos que la trataba con amor, pero ahora mi nietecita se quedó sin mamá”, expresó entre lágrimas la madre de la víctima.
Tras el hecho, el presunto agresor huyó del lugar, pero fue capturado pocas horas después gracias a un operativo desplegado por la Policía Nacional en coordinación con la Fiscalía. El hombre ya se encuentra a disposición de la justicia, enfrentando un proceso por el delito de feminicidio agravado. El coronel al mando de la Policía Metropolitana aseguró que este caso refleja la urgencia de actuar frente a la violencia de género. “Es un crimen atroz que nos duele a todos. Hemos logrado la captura inmediata del presunto responsable y ponemos a disposición de la Fiscalía las pruebas necesarias para que no haya impunidad”, declaró. Por su parte, la fiscalía general de la Nación manifestó que solicitará la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos y la alta probabilidad de reincidencia. “La vida de las mujeres debe ser protegida. Este caso es un recordatorio de que los celos y el control excesivo no son amor, sino antesala de la violencia”, indicó un delegado del ente acusador.
El asesinato de Yolanda Arias Santos se convierte en otro doloroso episodio de la larga lista de mujeres víctimas de feminicidio en el país. Autoridades y colectivos sociales han reiterado el llamado a no normalizar señales de manipulación, control o maltrato, pues detrás de ellas puede esconderse un riesgo mortal. La muerte de esta joven madre deja una huella imborrable en su familia y una nueva exigencia de justicia para frenar la violencia contra las mujeres.
