Aunque recientemente se sancionó una ley que regula el uso de vehículos eléctricos ligeros en Colombia, Bogotá enfrenta un aumento preocupante en los siniestros viales relacionados con este tipo de transporte. Patinetas, bicicletas eléctricas y monociclos han ganado popularidad por su bajo costo y eficiencia, pero su rápida expansión ha desbordado la capacidad de control y adaptación del espacio público. Las autoridades reportan un alza en los accidentes, especialmente en corredores viales donde estos vehículos comparten vía con peatones y automotores, generando tensiones y llamados urgentes a una reglamentación más estricta.
Más allá de una simple cuestión de movilidad, el fenómeno refleja el choque entre innovación y planeación urbana. A pesar de la normativa impulsada por el presidente Gustavo Petro, expertos advierten que la ley carece de mecanismos claros para su implementación, como zonas exclusivas, exigencias técnicas o seguros obligatorios. El auge de estos medios plantea una oportunidad para ciudades más sostenibles, pero también una responsabilidad institucional de adaptar la infraestructura y educar a los usuarios para garantizar la seguridad de todos.



