La administración estadounidense expresó su preocupación por recientes declaraciones del presidente colombiano Gustavo Petro, calificándolas de «retórica incendiaria», y sugirió que estas podrían afectar el respaldo al mandato de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. Washington ha reiterado su apoyo al proceso de paz, pero considera que el tono del mandatario podría dificultar la cooperación internacional en temas sensibles como derechos humanos y estabilidad regional.
Desde Bogotá, el Gobierno ha respondido defendiendo su soberanía y el derecho a cuestionar estructuras internacionales que, según Petro, no siempre han beneficiado a los pueblos latinoamericanos. A pesar de las tensiones, ambos países mantienen canales diplomáticos abiertos, aunque analistas advierten que el distanciamiento podría afectar proyectos conjuntos en seguridad, desarrollo rural y cumplimiento de los acuerdos de paz.
