Un nuevo avance tecnológico podría transformar la forma en que aprovechamos la energía del sol. Un grupo de investigadores desarrolló un generador termoeléctrico solar que alcanza un rendimiento hasta quince veces superior al de los dispositivos existentes, gracias a innovaciones en la gestión del calor y la refrigeración.
El dispositivo utiliza un “metal negro” tratado con láser que absorbe más del 80 % de la radiación solar y reduce al mínimo la pérdida de energía. Para conservar la temperatura, se incorporó una delgada película plástica que funciona como un mini invernadero. En el lado frío, se añadieron disipadores de aluminio con micro estructuras capaces de duplicar la capacidad de enfriamiento.
El resultado es un generador compacto que ofrece un aumento notable en la producción eléctrica sin necesidad de modificar el material semiconductor central. Aunque aún se encuentra en fase experimental, los investigadores prevén que esta tecnología podría aplicarse en dispositivos portátiles, sensores inalámbricos y sistemas de energía en zonas alejadas de la red eléctrica, ofreciendo una alternativa más ligera y potencialmente más económica que los paneles solares convencionales.




