La pandemia del COVID-19 no se ha ido y ahora con la variante de ómicrom, varios países se blindan de cara a las fiestas de Navidad y Fin de Año.
El presidente Perú, Pedro Castillo, aseguró que con esta medida busca frenar los nuevos contagios después de meses muy difíciles.
Las autoridades afirmaron que “la inmovilización social obligatoria de todas las personas en sus domicilios el sábado 25 de diciembre de 2021 y sábado 1 de enero de 2022, desde las 01:00 horas hasta las 04:00 horas”.
También “está prohibido todo tipo de reunión y evento social, incluyendo las que se realizan en los domicilios y visitas familiares”, según informó el portal Latinus.
Entre las medidas también se declaró a todas las provincias del país en nivel de alerta sanitaria “moderado”, con excepción de Chepén, Virú, Concepción, Huamanga, Santa, Sullana, Piura, Sechura, Talara y Huancavelica, que se incluyeron en nivel de alerta “alto“.
La norma, que estará vigente hasta el próximo 2 de enero y ratificó que todas las personas mayores de 18 años que quieran ingresar a espacios públicos cerrados deberán presentar carnet de vacunación de dos dosis, aplicada en el país o en el extranjero.
Para ingresar a los espacios públicos cerrados también será necesario portar dos cubrebocas quirúrgicos o una del tipo KN95, también conocida como FFP2, mientras que el certificado de vacunación es igualmente requerido para viajar dentro del territorio nacional en avión o en autobús.
En el caso del transporte aéreo, los viajeros que no estén vacunados tienen que presentar una prueba PCR negativa con una antigüedad máxima de 72 horas para abordar la aeronave a cualquier destino nacional.
El gobierno peruano también suspendió el ingreso al territorio nacional de los extranjeros no residentes que procedan de Sudáfrica y Botsuana.
Perú ya ha logrado vacunar al 70% de su población objetivo, compuesta por 28 millones de personas mayores de 12 años.
El país acumuló más de 2.25 millones de casos confirmados, de los que más de 201 mil 650 han fallecido, por lo que tiene una de las tasas de mortalidad más altas a nivel global por la Covid-19.




