En una decisión histórica, la Corte Suprema de EE. UU. anuló un precedente legal que desde hace 40 años permitía a las agencias federales interpretar ambigüedades en las leyes. Con seis votos a favor y tres en contra, la corte debilitó la capacidad regulatoria de entidades como la EPA y la FDA.
Este fallo tendrá implicaciones profundas en el control ambiental, sanitario y financiero, pues transfiere más poder a los tribunales para decidir sobre la interpretación legal. Los sectores progresistas han advertido que se trata de un revés para la protección de derechos colectivos y del interés público.
