La Corte Suprema de Justicia de Colombia condenó a un hombre a 85 meses de prisión domiciliaria por provocar un aborto sin el consentimiento de la mujer, en un caso que se convierte en un precedente judicial al aplicar un enfoque de género. El hombre, identificado como Andrés Felipe Muñoz, fue hallado culpable de suministrar a la víctima, Milena Uribe, una pastilla abortiva sin su conocimiento ni consentimiento. Este hecho provocó la pérdida del embarazo, y se considera una forma de violencia de género debido a que la mujer no tuvo voz en una decisión tan crucial para su cuerpo y su salud.
El tribunal resaltó la importancia de considerar el contexto de violencia basada en género al tratar este tipo de casos. La Corte subrayó que la autonomía reproductiva de las mujeres debe ser protegida por el sistema judicial, ya que el acceso a la salud sexual y reproductiva es un derecho fundamental. En este caso, la decisión de la Corte también toma en cuenta el testimonio de la víctima y el impacto emocional y físico que la situación tuvo sobre ella, así como el incumplimiento del consentimiento informado.
Este fallo ha sido ampliamente discutido en el ámbito jurídico, pues marca un hito en la manera en que la justicia colombiana aborda los casos de violencia sexual y reproductiva. Abogados y activistas por los derechos de las mujeres celebraron la decisión, considerándola un paso importante hacia la protección integral de las mujeres, pero también advirtieron que aún queda un largo camino para erradicar este tipo de violencias en el país. La condena a Muñoz refuerza el compromiso del sistema judicial con el respeto a los derechos de las mujeres, especialmente en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva.



