La docente Pinzón ganó el pulso jurídico contra la Universidad del Tolima por violencia laboral.
Un revés jurídico sufrió la Universidad del Tolima tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia, que el pasado 19 de agosto declaró improcedente la tutela interpuesta por la institución contra un fallo del Tribunal Superior de Ibagué. El alto tribunal dejó en claro que no se puede interponer una tutela contra otra, salvo en casos excepcionales de “cosa juzgada fraudulenta”, lo que no aplicaba en este proceso.
La sentencia ratificó así la orden de reabrir la investigación por presunta violencia laboral basada en género contra el rector Omar Mejía y otros directivos, en atención a la demanda de la docente y abogada Inés Yohanna Pinzón. Para la comunidad académica, la Corte no solo respondió con un fallo, sino que entregó una lección jurídica a la principal universidad pública del Tolima, que destinó cuantiosos recursos en abogados para litigar contra una decisión que reconocía derechos fundamentales.
Desde febrero, Pinzón ha atravesado un camino lleno de obstáculos. Tras denunciar violencia laboral de género contra Mejía y su equipo, la Unidad de Género de la institución se negó a tramitar su caso. La situación escaló a los tribunales luego de que la profesora fuera blanco de ataques en redes sociales y medios locales, donde se le calificó como una “exesposa resentida” que quería quedarse con la rectoría.
Aunque la universidad tuvo que abrir el proceso, la misma Unidad de Género concluyó que no había violencia, lo que llevó a la docente a interponer una tutela. El Tribunal Superior de Ibagué le dio la razón, ordenó reabrir el caso y frenó el intento del claustro por cerrarle la puerta a sus denuncias.
La reacción de la Universidad del Tolima fue interponer otra tutela ante la Corte Suprema, acción que fue desestimada de manera categórica. Con su decisión, el alto tribunal dejó en firme el fallo a favor de Pinzón y recalcó que la institución deberá cumplir lo ordenado: garantizar la investigación y proteger los derechos de la denunciante.
La profesora, que ha insistido en que no busca la rectoría, hizo un llamado a repensar el rumbo de la universidad. “La Universidad del Tolima necesita un liderazgo renovado, capaz de dar un giro hacia la empatía, la inclusión y la transparencia”, expresó.




