Corrupción sin castigo

Prescribió el proceso por corrupción en Neiva. Sin condenas ni responsables, el escándalo del “hombre del maletín” quedó impune.
Prescribió el proceso por corrupción en Neiva. Sin condenas ni responsables, el escándalo del “hombre del maletín” quedó impune.
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El escándalo por supuesta corrupción en la elección del contralor y la personera de Neiva, que durante años generó indignación en la opinión pública local y nacional, terminó sin responsables. El caso, que fue considerado uno de los hechos más graves de clientelismo político en el municipio durante el periodo 2016-2019, finalmente se cerró sin que ningún implicado fuera juzgado o sancionado.

El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Neiva declaró la prescripción de la acción penal contra José Rened Cantillo Álvarez, el hombre señalado de haber entregado maletines llenos de dinero a varios concejales, con el objetivo de comprar sus votos para favorecer la elección de dos funcionarios clave en el municipio: José Hildebrand Perdomo como contralor municipal y Heidy Lorena Sánchez como personera.

Cantillo, conocido mediáticamente como “el hombre del maletín”, fue capturado en 2018 y judicializado por el delito de cohecho por dar u ofrecer. Sin embargo, el proceso penal nunca logró avanzar más allá de las etapas iniciales. El juzgado concluyó que habían pasado 83 meses desde la presunta comisión del delito sin que se iniciara juicio ni se dictara una sentencia. El tiempo máximo legal para juzgar este tipo de delitos es de 54 meses, lo que significa que el caso se venció en términos legales por inoperancia del sistema judicial. Así, el proceso fue archivado, dejando en el aire el manto de impunidad.

Silencio institucional

A pesar de contar con abundante material probatorio, como interceptaciones telefónicas, declaraciones de testigos y otros elementos que apuntaban a una red de corrupción articulada, el caso fue diluyéndose entre aplazamientos, cambios constantes de fiscales, traslados de jueces y lo que muchos califican como falta de voluntad institucional. Ni la Fiscalía ni la Procuraduría apelaron la decisión de archivo. Ambas entidades dejaron pasar los tiempos procesales sin adoptar medidas efectivas.

La figura de la prescripción, aunque válida dentro del marco legal colombiano, provoca indignación cuando es utilizada como escape para evadir decisiones de fondo. En este caso, no hubo condenas ni absoluciones. El expediente simplemente se cerró, sin verdad ni justicia, dejando una profunda sensación de frustración ciudadana.

Responsables libres

Además de José Rened Cantillo, los demás implicados en el escándalo también quedaron libres de toda responsabilidad. Los exfuncionarios elegidos, José Hildebrand Perdomo y Heidy Lorena Sánchez, así como varios exconcejales y el contratista Luis Medina, salieron del radar judicial. Los procesos en su contra fueron archivados o caducaron por vencimiento de términos.

El mensaje que queda es alarmante: en Neiva, incluso los escándalos más sonoros pueden terminar sin culpables. La justicia, lenta y permisiva, terminó siendo cómplice por omisión.


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